Producido por Allegro Films en el 2005 y dirigido por el austriaco Erwin Wagenhofe. En el film Erwin recorre una serie de países donde la  producción de alimentos o bien ha sido industrializada o se encuentra en  proceso de serlo. Ofreciendo una visión del proceso de producción de nuestra comida a la vez   que respondiendo a la pregunta de qué tiene que ver con todos nosotros el   hambre en el mundo.
Nos muestra mediante imágenes sobrecogedoras cómo en Austria,  que hoy cuenta con un 25% menos de agricultores que hace diez años  debido a la falta de rendimiento económico se desechan 2 millones de kilos de pan perfectamente comestible. Suiza, donde los agricultores reciben subvenciones por dejar de cultivar un porcentaje de su terreno o Almería, al sur de España donde con una panorámica aérea muestra la escalofriante visión de 25.000 hectáreas del mar de plásticos donde se producen las hortalizas que después viajarán por toda Europa.
Vivimos en un mundo en el que cada vez nos vemos más alejados del origen de  nuestros alimentos, en el que son las grandes industrias y no los ganaderos ni  los agricultores tradicionales los encargados de producir a gran  los alimentos que acaban en nuestros platos, el consumidor empieza a  plantearse preguntas y a intentar comprender una realidad que se le  intenta ocultar. Los países ricos, la UE y los EEUU, pagan a sus  agricultores subvenciones para la producción y la exportación de sus  productos. El importe total de las subvenciones alcanzó el año pasado  los 349 millones de $. Esto implica la destrucción de la agricultura en  todo el hemisferio sur, donde esta constituye prácticamente el único  recurso de supervivencia. Los agricultores locales no tienen ninguna  posibilidad de competir con los precios de los productos subvencionados,  ni aún trabajando 18 horas al día. 
 

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